Desde siempre, El Pingüino es de los enemigos de Batman que menos me han interesado. Pese a conocer bastante bien su existencia, sus labores dentro del mundo del crimen, sus escasos enfrentamientos en el cuerpo a cuerpo, nunca me pareció un villano digno de alguien como El Caballero Oscuro.
No obstante, gracias al invento de los spin-off por parte de las editoriales, realmente estoy descubriendo cosas, cosas que dañan mi anclada opinión. Pues es de todos conocido que saber poco sobre la vida de alguien, no ayuda a adorarlo o entenderlo, sino mas bien todo lo contrario.
Fue por eso que cuando conocí de la publicación de Dolor y Prejuicio en el catálogo de novedades de ECC Ediciones (DC Cómics), supe que era el momento de darle una oportunidad a este tipo porque si algo quiero ahora es dar una segunda oportunidad a los que nunca se las he dado. Y así, cuando algo es bueno, las sorpresas que me llevo son mayores…
Dolor y Prejuicio cuenta los primeros pasos de un pequeño niño de apellido Cobblepot, con una apariencia en principio normal pero con una nariz que lo cambia todo, que lo vuelve totalmente feo. Una madre que quiere quererlo junto a un padre egoísta que lo odia desde que ve por primera vez su rostro. Una madre que lo intenta pero que poco puede atender. Sin embargo, el pequeño Cobblepot lo entiende y por eso la quiere. Pero por lo demás… Con el paso del tiempo vamos encontrando una historia cruel sobre la discriminación y como se va creando poco a poco un villano conocido como Pingüino. Un joven que amaba el mundo de las aves, que las estudia y que por su modus operandi tan parecido a él, decide adoptar el apodo del pájaro del famoso del Polo Sur. Cuando llega a ser adulto, el amor por el dinero y por las piedrecillas brillantes, hace que se decante por el mundo del crimen, donde encaja a las mil maravillas y donde sus planes normalmente salen bien, siempre que ningún chapucero vestido de negro con juguetitos se meta por medio. ¿Qué ocurre? Que como dijo alguien: “en este mundo todos tenemos una media naranja. Solo hay que encontrarlo”. E increíblemente. Pingüino la encuentra. Una chica ciega pero dulce como el algodón de azúcar, la cual, desea una cita con un hombre tan caballeroso como él.
Bill Finger y Bob Kane crearon al personaje en la época dorada de los cómics. Pero la oportunidad actual la han tenido un equipo creativo que me ha dejado un muy buen sabor de boca: Gregg Hurwitz al guión, Kudranski al dibujo y Kalisz como entintador. Kudranski, que se está convirtiendo en un aclamado ilustrador dentro del universo de Batman (aunque lleva adelante también la serie de regular de Spawn), resulta ser un tipo muy sencillo que consigue bastante con sus dibujos efectistas y portadas evocadoras. Si sumamos que la edición de ECC Ediciones es en tapa dura y tiene un precio bastante asequible… todo apunta a un spin-off indispensable de los que hay que tener.
Porque ahora lo entiendo. Ahora entiendo que este villano haga lo que hace. Entiendo que esté frustrado. Que odie estar solo, y pese a todo, tenga recuerdos de su madre, la única persona que lo ha querido en su vida. En definitiva, Dolor y Prejuicio es un estudio del personaje pero también es filosofía de la vida. Generalmente, el estudio de los villanos, son más interesantes que los de los superhéroes. Al menos, la mayoría de las veces son vidas que se adaptan más a la realidad. Porque son debilidad, son odio, son verdad, son, sobre todo, venganza. Por eso cuando ellos gritan su más famosa frase: ¡¡Me vengaré!! Y los conocemos profundamente y sabemos por lo que han pasado…
Muchos gritamos a la par con ellos.